Ace
 
 
 
 

 

Nueva York 1966

El estudiante de instituto de 17 años Gene Klein tenía una visión: se veía a sí mismo -o mejor aún, algún siniestro, casi inhumano alter-ego de él mismo- paseándose por el impresionante escenario del Madison Square Garden, con el bajo colgando sobre su hombro, disparando las asesinas notas de bajo y las voces capaces de agrietar el yeso, que ensordecen los tímpanos y golpean hondo dentro de las almas de las masas que adoran ante él. ¿Es él Dios? ¿Es el Diablo? No, él esta entre ambos, todo gira en empuñar monstruosamente un bajo, con violencia musical reluciendo en sus ojos. Dos horas de agonía y éxtasis, dolor y placer, y la actuación de su vida acaba. El Garden está de rodillas. Es una idea monstruosamente loca y Klein piensa que probablemente es el único en la tierra con semejantes jactanciosas ambiciones. Posiblemente ningún otro chico haya podido tener la misma visión...

Error

A menos de dos millas, en la otra cara de Kissena Boulevard, Stanley Eisen de 14 años se imaginaba a sí mismo contoneándose presuntuosamente a través del escenario del Garden, como alguna deidad sexual enviada de los cielos. Agarrando su Les Paul como si dependiera de ello su vida, envía una aplastante barrera de poderosos acordes eléctricos a través de una enorme pared de amplificadores -y el escandaloso y vibrante volumen conduce a cada chica de la sala a nuevas alturas de éxtasis de rock n´ roll. La audiencia está embelesada por su presencia; él es la esencia de sus mayores deseos y se deleita con el divino poder. La actuación es tan electrizante, tan sensualmente dinámica que el Garden se desmorona al suelo -y después chicas de todo tipo se tiran a sus pies.
Pero éstos son sólo sueños, ¿verdad? No, joder -sólo los perdedores sueñan. Y mientras el resto de sus compañeros de clase estaban levantando humareda de sus culos con palabrería barata de convertirse en importantes estrellas del rock, Klein y Eisen -Gene Simmons y Paul Stanley- sabían perfectamente que soñar despierto en Biología y fanfarronear a las chicas en los pasillos no les llevaría a ninguna parte. Así que pusieron sus miras nada menos que en el legendario escenario del Garden y se pusieron a trabajar, sabiendo que un día sus visiones individuales serían realidad.
Cuando Gene y Paul finalmente se juntaron y formaron KISS, establecieron una alianza de talento musical y genio creativo que cambió para siempre la fachada del rock n´ roll. Pero su unión, la cual al final se convirtió en uno de los duos componiendo y cantando más dinámicos en la historía del rock, no fue nada fortuita. Fue el destino.
Ésta es su historia -un increíble relato de como Gene Simmons, Paul Stanley, Ace Frehley y Peter Criss, cuatro personalidades distintas con las mismas ambiciones, chocaron en las calles de Nueva York y formaron el que es posiblemente el más influyente grupo de rock n´ roll de nuestro tiempo.
Aunque no hay una sóla persona viva que pueda reclamar la responsabilidad en el cruce final de las trayectorias de Gene y Paul -¡oh no amigos!, que incluso estaba claramente esculpido en piedra desde el principio de los tiempos- había un joven llamado Steve Coronel, un amigo común del instituto de Gene y Paul, que proporcionó el vínculo común entre los dos desconocidos. Gene y Steve hacían zapadas juntos en bandas locales de la ciudad de Nueva York como Long Island Sounds y Love Bag, durante ese tiempo, los dos escribieron canciones claramente diferentes pero igualmente potentes como "Goin´ Blind" (entonces conocida como "Little Lady") y "She", las cuales aparecerían más tarde en discos de KISS.
En el 68, Gene se marchó al colegio a las montañas de Sullivan County, mientras Steve se quedaba atrás y se juntó con otro compinche suyo del instituto llamado Marty Cohen. Pero fue la suma del amigo de Marty, Stanley Eisen, un guitarrista rítmico un poco gordinflón con una mano derecha mecánica y una voz estelar, lo que hizo arrancar a este nuevo trío. Anteriormente en sus primeros años de adolescencia, Paul tocó con su mejor amigo Matt Rael y Neil Teeman en una banda de poderoso rock llamada Uncle Joe.
"Nunca había oído algo tan fuerte como Uncle Joe", recuerda Paul. "Nos tomamos como un enorme cumplido que, cuando estábamos ensayando en una granja en la parte septentrional de Nueva York, recibimos quejas desde tres millas de distancia." Después, Paul se juntó con el hermano mayor de Matt, Jon, uniéndose a su banda The Post War Baby Boom.
"Estábamos muy al día, muy a lo San Francisco. Un tipo de A&R que tenía lazos con Columbia Records vio una foto nuestra, y dijo, `Si esta banda toca tan bien como aparentan, deben ser geniales.´ Así que nos llevó a los Columbia Studios para grabar una canción que escribí el día anterior a que fuésemos. Yo estaba todavía en el colegio de bachillerato elemental y el resto de la banda en el instituto. Era bastante frustrante a veces ser el más joven en un grupo y el único que tenía idea de lo que hacía falta para conseguirlo. No es necesario decirlo, la sesión de maqueta en Columbia fue un desastre." El ingreso de Paul en el grupo de Marty y Steve en el 68 fue su introducción oficial en el circuito de grupos locales y su primer paso significativo en el camino de la gloria del rock n´ roll.
"Nos llamábamos Tree," dice Paul. "Todo lo que hice, incluso cuando estaba en el instituto, fue dirigido a conseguirlo. Ninguna de esas primeras bandas estaban tomándoselo a la ligera de una forma u otra -yo sabía que cada una de ellas sería un paso importante en el camino a convertirse en una estrella del rock."
Aunque no lo sabían en aquel momento, los caminos de Gene y Paul estaban destinados a chocar uno contra otro numerosas veces antes de la formación de KISS. Su relación fue iniciada por una fea confrontación en el apartamento de la ciudad de Steve Coronel. Gene situa el escenario:
"Yo estaba todavía en el colegio en Sullivan County, en un grupo llamado Bullfrog Bheer. Justo antes de que fuésemos a tocar a una fiesta de fin de semana, mi guitarrista se largó con alguna chica. Así que tuve que bajar de nuevo a Nueva York para pedirle a Steve que le sustituyese e hiciese el show. Estaba en casa de Steve cuando..."
"Entré," recuerda Paul. "Gene era muy duro en esa época. Usaba jardinero y sandalias, y tenía una barba verdaderamente sucia. Steve me presentó ante Gene como un amigo suyo que también escribía canciones, y Gene me miró y dijo, con esa voz muy presumida y superior, `¿Oh sí? Toca una.´"
"Yo nunca había encontrado a nadie aparte de mí mismo que supiera como escribir canciones -pensaba que yo era el único," admite Gene. "Debí de haber estado muy arrogante, y Paul no me cayo simpatico para nada."
"Así que me dio una guitarra," continúa Paul. "Y toqué una canción que había escrito llamada `Sunday Driver´, la cual más tarde apareció en el primer álbum de KISS como `Let Me Know´. Gene estaba impresionado, y en ese momento supo que había otros compositores en el mundo además de Lennon, McCartney y él mismo."
Fue un enfrentamiento de titánicos compositores, y Paul salió victorioso mientras Gene se alejaba enfadado consigo mismo por perder la batalla; como un jugador de basquet después de ser taponado, mal. Cuando la polvareda apenas se había disipado, Steve sugirió a Paul que se juntaran los tres para tocar. Pero Paul, todavía desconcertado por este arrogante desafío, no quería ser parte: "Uno de los dos, él o yo," dije. "Los dos no."
Y ahí terminó la cosa. Gene y Paul siguieron caminos separados y Steve aceptó volver al norte y ayudar a su amigo Gene. Pero fue una asociación poco duradera, y Steve se encontró rápidamente volviendo a la gran ciudad.
"Le tuve enfermo y terminó con gonorrea, así que el pobre chico volvió a casa," dice Gene. "Esa fue la última vez que vino a las montañas."
Tras ese semestre, Gene y Steve formaron una nueva banda en Sullivan County llamada Cathedral, completada por el bajista Marty Cohen y el batería Stan Singer, los cuales habían tocado previamente con Paul. "Aproximadamente hacíamos el 40% de material original y el 60% de versiones," recuerda Gene.
Finalmente, la escuela se interrumpió con el verano y el dar conciertos se terminó. Todo el mundo volvió a la ciudad y se fue a su casa, incluyendo Gene, que ahora tenía acumulado un camión lleno de equipo.
"Un día, Steve me llamó y me dijo que su nuevo grupo, que se llamaba Tree, estaba preparándose para tocar en un sitio llamado Forlini´s Third Phase, un café en Manhattan en la calle 110 y Broadway," recuerda Gene. "Y me preguntó si podía tomar prestado parte de mi equipo. Dije que claro, y de un modo u otro se las arregló para conseguirme un espacio de 15 minutos en el cartel como músico acústico."
Después de su actuación, Gene se quedó para ver al grupo de su amigo Steve -que irónicamente, tenía exactamente la misma formación que el proyecto Cathedral de Gene, con la excepción de un miembro. Un importante guitarra rítmico. Paul Stanley.
"Tocamos detrás de Gene, usando su equipo, y sencillamente explotamos," recuerda Paul. "Tocamos algunas canciones verdaderamente duras y patea culos como `Mississippi Queen´ y `Honky Tonk Woman.´ El director del club estaba horrorizado, pero a todo el mundo pareció gustarle." "Yo estaba realmente impresionado," dice Gene. "Especialmente con la voz de Paul."
¿Increíble coincidencia que estos dos se encontraran de nuevo, mucho antes de la formación de KISS? Difícilmente. No hay ninguna cosa como mera coincidencia cuando estás discutiendo la historia de la banda que cambió la vida de millones. Todo lo que sucedió, sucedió por una razón, estaba en las cartas y más allá de su control. Pero lo que sigue fue incluso más fundamental.
Después de terminar el colegio en Sullivan County en 1970, Gene volvió a irse a Nueva York donde formó equipo con un teclista/profesor de música llamado Brook Ostrander. Gene sólo tenía una cosa en la cabeza en ese momento -conseguir un contrato de grabación. Usando el pequeño estudio de la casa de Brook, los dos grabaron un demo con canciones que Gene ya tenía escritas. "Sonaba horrorosa, pero negocié con ella a pesar de todo."
La cinta terminó en manos de un cazatalentos de Douglas Records, hogar del comediante Lenny Bruce y otros oscuros artistas. Le gustó lo que oyó -pero quería más.
"Dijo que había algo de buen material en nuestra cinta pero que necesitábamos juntar una banda completa para que sonara más profesional," recuerda Gene. "Así que Brook y yo decidimos formar una banda como Cream -un trío poderoso- y pusimos un anuncio en el Village Voice para un guitarra solista."
Como quería el destino, había sólo un guitarrista en toda la ciudad que podía responder a ese anuncio, y lo hizo. La puerta estaba abierta para una sola persona, y Paul Stanley la atravesó completamente. Paul lo recuerda bien:
"Vi el anuncio y llamé. Hablé con Brook durante un rato, y me dijo que el grupo estaba sólo buscando un guitarrista solista. Pero yo sólo tocaba rítmica, y me dijo que lo sentía. Eso fue todo."
Así que Paul estaba fuera. ¿O no? Después Gene le pidió a Steve Coronel que viniera a Jersey para tocar con él y Brook, y Brook le ofreció entrar como baterista a su amigo Tony Zarella. Cuando Steve llegó, recomendó -sin duda guiado por la mano del destino- a un amigo suyo, un tremendo compositor y un mediano guitarrista rítmico, para que también viniera y ayudara. Sí, una vez más era Paul Stanley. Todavía un poco desconfiado por el incidente con Gene en casa de Steve, Paul dejó su orgullo aparte y acudió a pesar de todo.
"En realidad no me importaba que estuviese Gene," dice Paul. "Simplemente estaba feliz de estar tocando con una banda." Pero todavía no había duda: Gene y Paul no se gustaban. Con dos personalidades opuestas en la misma situación, la posibilidad de amistad era escasa. Pero una vez que empezaron a comunicarse como músicos -con las bocas cerradas y los amplificadores al máximo- las cosas de repente parecían muy diferentes.
"Cuando Gene y yo empezamos a tocar juntos, era obvio que había algo especial," dice Paul. "A pesar de los sentimientos mezclados que teníamos uno del otro, no se podía negar que entre nosotros dos había una gran química."
Desde allí, la recién formada escuadra de rock and roll de Gene, Paul, Brook y Steve se dirigieron de vuelta a Manhattan, donde contrataron al batería Tony Zarella (en base a que era la viva imagen de Geezer Butler de Black Sabbath, y a que poseía un impresionante conjunto de Ludwigs) y alquilaron un desván en la esquina de Mott St. y Canal St. Smack, en la misma línea divisoria de las areas de dominio de las pandillas de la Pequeña Italia, y las callejuelas plagadas de bandas de Chinatown, su nuevo hogar era un oscuro y violento sector de Gotham. Pero el espacioso desván dio al grupo (el cual había jugado con nombres como Rainbow, Norman Watch, Elmo Lincoln y Sid Cup Kent antes de decidirse por Wicked Lester) un lugar de reunión como una hermética y cohesiva unidad.
"Era una gran sala abierta dividida en dos habitaciones, sin cocina o ducha," dice Paul. "Lo compartíamos con un artista y le pagábamos 49 dólares al mes, y ensayábamos cuatro o cinco noches a la semana."
"Recuerdo una noche que estábamos ensayando y de pronto se abrió la puerta y entró un loco usando un pijama verde de hospital y sin zapatos," añade Paul. "Se levantó y se escapó de un hospital local, y la música le arrastró escaleras arriba como Frankstein escuchando el violín." (risas)
Pero eran tiempos duros para Wicked Lester, y sabían que tenían que hacer algo para sobrevivir. Sin fuente fija de ingresos, todo el dinero que podían reunir era usado para pagar el desván, el equipo y la comida, y Gene y Paul se vieron obligados a intentar "busking" -un término inglés que equivale a ponerse en una esquina y cantar para ganar algunas monedas.
"Estábamos virtualmente arruinados," explica Paul. "Alguien vino con la idea de salir fuera y tocar en la calle, así que Gene y yo salimos a la esquina de Canal y Mott y tocamos un par de canciones de los Beatles una y otra vez. Y lo hicimos verdaderamente bien -hicimos un montón de dinero y nos dimos una gran comida china esa noche. El siguiente día volvimos para hacer lo mismo, y los "polis" nos ahuyentaron. Ese fue el final de nuestros días de tocar en la calle."
Obviamente, llevar su música a la gente no era lo que se pretendía, decidieron que era hora de traer la gente a su música. Sin una base real de seguidores y sin ninguna reputación local, Wicked Lester se propusieron tocar en directo por primera vez. Incluso en los más oscuros locales, indiferentes a la cantidad de publico que acudía, Wicked Lester atacaba a la yugular en cada actuación. Si sólo había una persona en la audiencia, se aseguraban de que al marcharse fuese un fan.
Paul cuenta las tres primeras actuaciones oficiales de Wicked Lester: "Una vez tocamos en un teatro-cine en Sullivan County antes de la proyección de medianoche. Todo nuestro equipo tenía que ser colocado tumbado sobre su parte posterior para que no obstruyera la pantalla. Entre película y película, levantábamos el equipo y tocábamos. Hubo otra actuación en el Young Jewish Community Center en State Island, New York, donde Gene había sido trasladado. Mis recuerdos de esa actuación no son demasiado agradables: fue la noche en que me agarre ladillas. Entré en el baño y pensé, `No hay ningún sitio para sentarse.´ Pero lo hice de todas formas. Siempre debes fiarte de tus instintos y esa noche yo no lo hice -y me arrepentí. Fue mi introducción a los mariscos que viven en el cuerpo." "Apenas venía nadie a alguna de nuestras actuaciones," recuerda Gene. "Pero no importaba -estábamos emocionados sólo por estar tocando nuestra propia música en alguna parte que no fuera nuestro desván."
Pero a pesar de su emoción por salir y tocar en directo, el futuro de Wicked Lester parecía horrible -y ellos lo sabían. Las monedas del bolsillo se habían convertido en su única fuente de dinero, todavía eran incapaces de conseguir una actuación decente, y no tenían ningún interés de las compañías de grabación. El oscuro nubarrón que había estado dirigiéndose hacia ellos, estaba ahora inmóvil sobre el campamento Wicked Lester, amenazando con paralizar permanentemente al grupo. Gene y Paul sintieron que sucedería un desastre, y estaban pensando en separar la banda e irse al interior de Nueva York para buscar un nuevo comienzo, cuando sucedió algo extraordinario que cambió sus intenciones.
"Yo solía ir a una tienda de Queens," recuerda Paul. "Un día entré y el tipo del almacén me dijo que alguien de los estudios Electric Lady en Manhattan había estado buscando talentos locales y había dejado su número de teléfono. Todo lo que se podía leer en el pedazo de papel era el nombre Ron, así que llamé al estudio y pedí hablar con Ron. Y la recepcionista dijo, `¿Qué Ron? ¿Ron Johsen?´. Y yo dije que sí, pero él no se ponía al teléfono. En realidad, llamé unas seis o siete veces cada día, y él nunca atendia o me devolvía mis llamadas. Yo no podía entender por qué. Finalmente le dije a su secretaria, `Dígale que debido a tipos como él, los grupos se separan -así que creo que vamos a tener que separarnos nosotros también.´ El factor culpabilidad funcionó, y atendió mi llamada. Le convencí para que bajase y nos viera tocar. Resultó que no era Ron Johsen el ingeniero que dejó su número en la tienda, sino otro Ron que trabajaba en el estudio -¡y sólo era el técnico de mantenimiento!" (risas).
"Así que Ron Johsen vino al desván, y tocamos para él," añade Gene, "y dijo, `Hey, son realmente buenos, son tan buenos como The Guess Who o Three Dog Night.´ Lo cual te dará una buena idea del tipo de música que tocábamos. La idea de que alguien estaba comparándonos realmente a una banda profesional era una verdadera sensación. Así que nos invitó a los Electric Lady a finales del ´71 para grabar gratis algunos demos, los cuales finalmente se convirtieron en el álbum Wicked Lester."
"Hicimos todo el álbum en los momentos en que quedaba el estudio libre," continúa Paul. "Nos sentábamos cada día en la sala de espera del estudio, a veces durante cinco o seis horas seguidas, y esperábamos a que alguien abandonase el estudio. Entonces entrábamos, nos instalábamos y empezábamos a trabajar -¡a veces durante 24 horas seguidas!. Así es como hicimos ese álbum."
Desde el bajo y el cuerno "Molly" y los excesivos acordes wah-wah de "What Happened In The Darkness", hasta "When The Bell Rings" que sonaba a los sesenta, el demo/álbum de Wicked Lester era una desenfocada mezcolanza de material original, canciones compradas a compositores de fuera y prestamos con sabor.
"Teníamos todo en el disco excepto el fregadero," dice Paul. "Si esa semana una canción de éxito incluía un pedal wah-wah, poníamos algún wah-wah en la canción. Si alguien tenía una guitarra slide, poníamos alguna slide. Pero estábamos sencillamente felices de estar en un estudio, haciendo música -éramos marionetas, e hicimos todo lo que el productor, Ron Johsen, nos dijo que hiciéramos."
Podían ser sólo marionetas, pero sus experiencias en los Electric Lady les enseñó mucho sobre cosas de las que sabían poco: colocar pistas, conseguir sonidos, mezclar overdubs... y groupies. Te aviso, no niñas pidiendo autógrafos, estamos hablando de duras y experimentadas mujeres cuyo único propósito era servir a los rockeros locales.
"Estábamos todavía muy verdes, y todo lo que sabíamos sobre el estilo de vida del rock n´ roll era lo que leíamos -lo cual eran más o menos pretenciosas experiencias falsas," dice Gene. "Así que un día de un caliente verano estábamos asomados fuera, en la calle 8 -pero estábamos intentando llamar la atención. Quiero decir, estábamos grabando en un estudio en el que habían grabado Jimi Hendrix y Jeff Beck y queríamos que la gente lo supiera. De todas formas, estábamos allí asomados y vimos a esa chica bajando la calle, destacando al menos un pie por encima de la gente. En cuanto estuvo cerca de la puerta del estudio, empecé a hablarla de todo lo que se me ocurría estaban saliendo de mi boca los más ridículos clichés. Seguimos hablando, y la invité a pasar abajo y a ser nuestra invitada mientras grabábamos. Ella aceptó, y bajó al estudio con nosotros. La enseñamos por ahí, y antes de darnos cuenta, ella estaba en el suelo de la pequeña y oscura cabina vocal del estudio A y..."
"Esa chica tenía una concha en cada agujero de su cuerpo," añade Paul. "Debía haber cinco tipos allí. Y Ron Johsen y su mujer estaban sentados fuera de la cabina vocal, mirándonos a través de la pequeña ventana. Se convirtió en un espectáculo pornográfico aunque sabíamos que nos estaban mirando. Debía de parecer como alguna ceremonia tribal con un puñado de tipos sobre el cordero a sacrificar. No estoy seguro de quién lo sugirió, pero a esta chica no hizo falta obligarla -era obviamente algo que ella había hecho antes." "Así que después de que lo hiciéramos, subimos con ella," continúa Gene, "le compramos un helado de cucurucho y se lo tomó."
Pero esta anónima cita -o "rodeo sexual" como lo describe Paul- no fue sólo un puñado de tipos cogiendose a alguna puta barata. Fue su introducción oficial al lado vaporoso de ritmo rápido y lleno de acción, del estilo de vida del rock n´ roll, y una oportunidad transcendental para todos.
"Fue nuestra iniciación a un mundo en el que estábamos totalmente verdes," dice Paul. "Era el mundo del rock n´ roll, el cual en esencia es, `¿Estás en un grupo? Te cogeré. Fue una importante piedra de toque para nosotros nos descubrió a un mundo que apenas sabíamos que existía."
¿Y que fue de la ahora legendaria mujer de más de 1´80?. "Me topé con ella hace unos seis o siete años," dice Paul. "Se ha hecho prostituta en Las Vegas."
Así que con todo, el grupo terminó grabando la que resultó ser una confusa colección de material. Pero por extraña que fuese el demo, lo que importaba era que sonaba profesional y mostraba de sobra una chispa creativa (particularmente las originales "Love Her All I Can" y "She") y podían enviarla a las compañías discográficas con la esperanza de asegurar un contrato. Y funcionó. Epic Records intuyó algo diferente, algo especial en Wicked Lester, y pidió ver al grupo en vivo.
"Tocamos en los estudios de Epic, y volvieron a buscarnos y nos dijeron que les gustaba el grupo y que querían ficharnos, pero que teníamos que echar a Steve Coronel," dice Gene. "No les gustaba su imagen -tenía un peinado Afro y usaba gafas, y sencillamente no les gustaba sus vibraciones. Paul y yo tuvimos la terrible experiencia de ir a casa de Steve y decirle que teníamos que echarle -que no había razón para que toda la banda se hundiera por un sólo tipo. No fue una experiencia agradable, pero Steve se había marchado y firmamos nuestro contrato."
Para Gene y Paul, firmar con un sello grande como Epic Records fue un logro por el que habían trabajado mucho para conseguirlo. Pero había algo que no estaba bien. La tinta del contrato apenas se había secado cuando se dieron cuenta -sencillamente Wicked Lester no era la mortal escuadra de ataque de rock n´ roll que siempre habian querido.
"Sabíamos que no era en realidad lo que estábamos intentando alcanzar," dice Paul. "Partiendo de la música del álbum, estaba claro que no teníamos nada en común. Y el grupo orientaba todo mal."
Mientras varios guitarristas iban y venían en el puesto de Coronel, fugaces pensamientos de separación cruzaron una vez más las mentes de Gene y Paul. Pero no importaba lo insatisfechos que estuvieran con la dirección de la banda, siempre les frenaba algo a la hora de matar Wicked Lester. Su determinación de mantener a la banda viva el tiempo suficiente para que saliera algún nuevo material deslumbrante -el tipo de música de alto octanaje que era una indicación de algo mucho más grande y más significativo que Wicked Lester.
"Escribí `Deuce´ y Paul vino con `Firehouse´ y `Black Diamond´, y este nuevo material sonaba más afilado -tenía su propia personalidad, distinto de Wicked Lester," dice Gene. "Así que pensamos que, o podíamos guardarlo y continuar con nuestro contrato con Epic, o avanzar y juntar otra banda más excitante. Así que decidimos separarnos de los otros tipos de Wicked Lester y formar el tipo de banda que siempre habíamos querido."
"Básicamente queríamos una versión mejor de Wicked Lester, que pareciese visualmente más una unidad cohesiva -una auténtica banda," añade Paul. "Musicalmente, queríamos encerrarnos en un estilo de música, no la extraña mezcla de country, jazz, pop y rock que estábamos haciendo en Lester."
Para formar esa increíble nueva banda que imaginaban -o mejor dicho, hacer la definitiva banda de rock del monstruoso planeta -Gene y Paul sabían lo que tenían que hacer. Wicked Lester estaban todavía unidos, resistiendo por los pelos, cuando los dos se dirigieron a la ciudad y alquilaron un nuevo desván para que el grupo ensayara en él. Situado en el número 10 de la Calle 23 Este, cerca de la Quinta Avenida, este nuevo desván estaba exactamente al otro lado de la calle de un pequeño parque que proporcionaba un arbolado santuario a los adictos a la heroína y a los traficantes del barrio. Dentro, las ratas y las cucarachas corrían entre los estuches de las guitarras y los amplificadores, atraídas por el hedor de las cajas de huevos ,todavía apelmazadas con yemas secas y cáscaras rotas, con las que revestían las paredes para amortiguar el ruido durante los ensayos. Sin ducha, sin baño privado, sin cocina, era el infierno, pero era el hogar.
"Algunas noches a la semana, ensayábamos con los tipos de Lester," dice Gene. "Pero las otras noches -y ellos nunca supieron esto- Paul y yo audicionábamos a guitarristas solistas y a bateristas para la banda que realmente queríamos formar."
Algunos buenos músicos locales probaron, varios con extraordinaria destreza. Pero ninguno parecía el correcto -no parecían adecuados. Eso era porque Gene y Paul no estaban sólo buscando talento local. Ellos estaban buscando magia. Y la encontraron un día mientras estaban hojeando las últimas páginas de la revista Rolling Stone.
"Vimos un anuncio que decía, `Baterista con 11 años de experiencia deseando hacer cualquier cosa´," recuerda Gene. "Así que llamé a este tipo a su casa, me presenté y le dije que estábamos juntando un grupo. La primera cosa que le pregunté fue que como era, y él dijo `¿Que como soy? ¿Estás bromeando?´ Yo le dije `Bien, no sólo tienes que ser un músico adecuado, sino que también tienes que aparentar de una determinada forma.´ Él debía de estar en medio de una fiesta porque cada vez que le hacía una pregunta como `¿Estás gordo? ¿Estás flaco? ¿Tienes barba o bigote?,´ él decía, `¡Hey, el tipo quiere saber si estoy gordo!´ con esa voz italiana suya de `Yo-Adriano´. Y yo podía oír reírse a todo el mundo que estaba con él. Pero debió atraerle, porque aceptó conocernos en los Electric Lady."
El siguiente día, fuera del estudio, Gene y Paul esperaban para encontrarse con su presunto nuevo batería, un hombre llamado Peter Crisscoula. En medio de la multitud que caminaba bajando la Calle 8, notaron a un tipo bajo pero fuerte, con abundante pelo largo, vestido totalmente con ostentosas insignias de rock n´ roll, y rezumando la frescura suficiente como para helar el infierno. Asumiendo que era él, Gene y Paul se prepararon para la gran presentación, aturdidos solo de ver como se pavoneaba ante ellos, entraron en el estudio.
"Parecía una estrella de rock, y Paul y yo éramos sólo dos chicos que parecíamos hippies," dice Gene. "Cuando volvió a salir, hablamos y nos invitó a ir a ver a su banda en el King´s Lounge en Brooklyn. Paul y yo fuimos a ese club, el cual era como una guarida para `los muchachos, sabes, pensábamos que íbamos a salir de ese lugar en ataúdes. Los tipos eran como `Hey tú, tienes el pelo largo, vete de aquí.´ Ese tipo de cosas. La banda en la que estaba Peter era un trío, y eran horribles. En cierto momento, Peter cantó alguna canción de blues, y Paul y yo quedamos muy impresionados con su voz, áspera y profesional. Así que le ofrecimos una prueba."
"La primera vez que tocamos con Peter, no sonó demasiado bien," añade Paul. "Pero algo nos hizo intentarlo de nuevo, y sonó mucho mejor la segunda vez. En ese punto, estaba muy claro que esto iba a funcionar."
"Aunque nuestro nombre era todavía Wicked Lester, sabíamos que esta era una banda completamente diferente con un enfoque totalmente nuevo," dice Gene. "Así que rompimos la sociedad con Tony Zarella y Brook Ostrander, y seguimos con esta nueva formación."
Completamente rejuvenecida y llena de confianza en la nueva formación, la banda decidió contactar con Epic Records, que había parado el lanzamiento del álbum de Wicked Lester, e informaron a la compañia de su recién encontrada magia. La banda fijó una audición, y el presidente de Epic, Don Ellis, bajó para examinarles. Con los amplificadores al máximo y nuevas canciones muy poderosas en el arsenal como "Strutter", "Deuce" y "Firehouse", la banda tocó como si fuera el fin del mundo, totalmente resueltos a hacer explotar a este ejecutivo discográfico fuera de su traje a rayas. E hicieron exactamente eso, hasta el punto de que los lazos de la banda con Epic fueron permanentemente asperos.
"Ellis estaba allí sentado, y empezamos a tocar, fuerte, pero ese tipo sencillamente no lo entendia," recuerda Gene. "Wicked Lester sonaban como unos malos Doobie Brothers con todas esas armonías de tres partes y secciones tranquilas, y nuestra nueva música no tenía nada de eso. Tocamos `Firehouse´, y al final de la canción empezamos a hacer sonar esa sirena, y Ellis pensó que era fuego real. De modo que Paul corrió a la esquina y tomo un cubo rojo con la palabra `fuego´ en él, y se lo arrojó a Don, que vio como un cubo lleno de confetti caía sobre todo el lugar. Él se levantó y empezó a salir diciendo, `Ok, gracias, los llamaré.´ Cuando estaba dirigiéndose a la puerta, tropezó y cayó. Entonces, el borracho hermano de Peter, que estaba sentado tras Don, vomitó sobre su píe. Nunca supimos más de él."
Para algunas bandas, cualquier audición que termina con un ejecutivo discográfico siendo cubierto a partes iguales por confetti y vomito, seguramente habría sido un monumental desastre. Pero no para estos tipos, era demasiado tarde, ahora no los pararían.
"Sabíamos que no le gustó," continúa Gene. "Pero no importaba. Estábamos más convencidos que nunca de que era esto. Estábamos sencillamente deleitándonos con nuestro propio poder, y sabíamos que finalmente, lo teníamos."
El fuego creado por Gene, Paul y Peter era inconfundible, era exactamente como habían imaginado. Pero todavía faltaba algo: la pieza final del puzzle, un humeante guitarra solista.
"Pusimos un anuncio en The Village, que era y todavía es, el periódico de sucesos políticos de Nueva York," dice Gene. "Desde anuncios de tiendas de fetichismo y críticas cinematográficas hasta quien estaba tocando en la ciudad, el Voice tenía todo, así que sacamos un anuncio para un guitarra solista."
Se efectuaron audiciones, pasando más de 60 guitarristas en la búsqueda del guitarra perfecto, el elemento ausente que finalmente transformaría a este moderado trío en un invencible dragón respira-fuego de rock and roll. Entre la horda había un guitarrista llamado Bob Kulick, un tremendo guitarrista que tenía la actitud, pero no el look adecuado. Bob estaba todavía en medio de su audición cuando de repente la puerta del desván se abrió, y entró un hombre con una imagen peculiar con una guitarra en una mano. Dijo que su nombre era Paul Frehley.
"Nunca lo olvidaré," recuerda Gene. "Entró con su guitarra, vestido como un vagabundo, usando dos zapatillas de colores totalmente diferentes, una roja y otra naranja. Estábamos allí, hablando con Bob, y él entró derecho hacia nosotros, enchufó su guitarra y empezó a jugar con los amplificadores. Así que le dijimos, `Perdona, por favor podrías sentarte y esperar tu turno, estamos hablando con este tipo.´ Él dijo, `Sí, dale, sólo déjame colocar mis ajustes.´ Él era totalmente inconsciente del hecho de que lo que estaba haciendo era muy extraño y totalmente grosero, no el típico comportamiento humano. Así que le dijimos a Bob, `Ok, vamos a escuchar tocar a este boludo y regresamos contigo.´
Le dijimos a este chiflado que íbamos a tocar `Deuce´, y que él no tenía que tocar ningún acorde, sólo las dos estrofas. También le dijimos que cuando alcanzáramos la parte del sólo, debería ir a por él, y que era mejor que él fuese bueno. Paul y yo éramos escépticos ante lo que él pudiese hacer, quiero decir, era tan delgado y larguirucho que parecía como si se fuera a caer si estornudabas."
Como habían hecho tantas veces en las últimas semanas, Paul, Gene y Peter arrancaron los contagiosamente pegadizos acordes de abertura de "Deuce". Le dieron a Frehley su entrada, y rápidamente desencadenó un solo tan feroz como nunca habían oído. Estaban sorprendidos y no había duda. "Sabíamos en el acto que era el adecuado," añade Paul. "Era KISS."
La espera había terminado, finalmente habían encontrado el eslabón perdido de la cadena, Paul "Ace" Frehley estaba contratado, y KISS había nacido.
Desde ese momento, las cuatro personas ensayaron en el desván cada noche con determinación y fe religiosa, resueltos a perfeccionar su material para el inevitable día en el que actuasen en frente de una audiencia. Sabían que tenían que prepararse.
"Ni siquiera improvisamos nunca durante los ensayos," explica Paul. "La idea de improvisar era para bandas que tomaban drogas y tocaban el mismo riff cada noche durante dos horas. Éramos un grupo que estaba junto para tocar canciones, no para improvisar. Y para ser honesto, no creo que pudiéramos haber improvisado aunque nuestras vidas dependieran de ello. KISS estaba mucho más estructurado que eso. Ensayamos cada noche, pero no para experimentar o ver a que nueva altura o profundidad podíamos llevar la canción, era una cuestión de perfeccionar las canciones de forma que pudiéramos tocarlas en vivo."
"Uno de los más grandes conceptos erróneos sobre esta banda es que todo el mundo piensa que escribimos canciones juntos," añade Gene. "Pero eso no es verdad. No era verdad entonces y no es verdad ahora. Todo el mundo compone por sí mismo y lo trae al grupo, y el grupo lo arregla junto, pero la persona que trae la mayor parte de la canción casi siempre tiene todo el crédito de componer."
"La gente todavía hoy día se me acerca y me pregunta cuando vamos a escribir juntos otra vez Gene y yo," añade Paul. "Pero la verdad es que nuestros nombres probablemente no aparecen juntos en más de seis canciones en toda nuestra carrera. Y esas canciones, no están más escritas por nosotros juntos que algunas de las que están en nuestros actuales discos."
No se puede negar que Paul y Gene siempre han sido la columna vertebral de KISS, ¡demonios!, ellos fundaron el grupo, determinaron su dirección musical incluso antes de su formación, escribieron la mayoría del material y hoy tienen exactamente los mismos papeles que tenían hace más de dos décadas. Sin embargo, lo mismo no se puede decir de Ace y Peter.
"Siempre queríamos que Ace y Peter estuvieran más implicados en los discos, que cantaran y compusieran más," dice Gene. "Empujamos a Ace para que escribiera, incluso antes de que hiciéramos el primer álbum, porque él nunca antes había escrito una canción. Y a Peter también. Queríamos una banda como los Beatles, en la que todo el mundo cantaba, todo el mundo tocaba y todo el mundo escribía. No es que todos tuviéramos que hacer la misma cantidad, sino que queríamos que todo el mundo cargase con el peso."
"Cuando Ace trajo `Cold Gin´, le empujamos para que la cantara," dice Gene. "Era una buena canción con una buena estructura, y le dijimos a Ace que debería ser su canción. E incluso la letra, él estaba más adaptado a cantarla que cualquier otro de la banda, me refiero a que en aquella época ¡él era repartidor para un almacén de bebidas alcohólicas!."
"En el caso de Peter, él tocaba un instrumento de percusión, no un instrumento musical. Pero le empujamos a componer de todas formas. Dijimos, `Piensa una forma. Consigue una guitarra o tararea algo.´ Pero no fue capaz de có-escribir `Beth´ hasta el álbum Destroyer (1976). Las puertas estaban siempre abiertas para esos dos, pero ellos sencillamente no lo hicieron, aunque eran partes muy importantes del puzzle."
Y mientras los créditos de las composiciones eran en su mayor parte favorables a Gene y Paul, todo el dinero que ganaba la banda -ya fuera calderilla o los millones de años más tarde- era repartido equitativamente entre los cuatro.
"Todo el dinero que vino de las canciones de esos primeros discos, sin importar el hecho de que dos de los tipos no tenían nada que ver con ellas, fue dividido equitativamente," explica Paul. "De esa forma, el factor económico estaba completamente fuera de la imagen, y más tarde nadie querría tener canciones en un álbum porque el resto de los tipos estaban haciendo más dinero."
A diferencia de los New York Dolls, Wayne County, Teenage Lust y otros artistas locales que estaban recorriendo todos los clubs de moda de Nueva York, KISS nunca se consolidaron totalmente como la fresca nueva banda de la escena. De hecho, causar una sensación local era la menor de sus metas, ellos estaban pensando más grande, mucho más grande.