En el comienzo

La semilla de nacimiento de este medio, lamentablemente tuvo que ver con el cuadro social que se vivía por entonces en la Argentina. Recordarán que KISS se volvió popular en Argentina hacia el final de 1979 cuando su gran shock discotequero I WAS MADE FOR LOVIN' YOU tomó por sorpresa las radios de todo el país, más alla de la crisis social en que la Argentina se encontraba. Por esos tiempos el régimen militar estaba al mando de este páis. Ellos impusieron ciertas restricciones en nuestras maneras de expresión, y maneras de pensamiento. Al principio se consideró a KISS como un grupo de moda. Pero el problema fue cuando la banda se transformó en algo más que eso para los adolescentes de ese entonces. KISS se volvió una excusa esencial por aquellos en que creíamos en la libertad de expresión. Muchos adolescentes sabíamos que por medio del rock podíamos encausar una ideología diferente. Y KISS aportó mucho para una masa de jóvenes huérfanos de un padre que guíe a sus hijos por el sendero de la libertad. Pronto nos sentimos cautivados por ese autosuficientismo y narcisismo inteligente que la banda emanaba, con esa ideología tan pura, creativa y tentadora como la de poder forjar un mundo propio. Así es que KISS y muchos otros grupos de rock se volvieron una amenaza constante difícil controlar. Por empezar los medios restringieron sus videos; algunos medios comenzaron a crear historias nefastas como que la banda perteneció a un culto satánico y que sus letras invocaban a la muerte. Otros dijeron que si pasaban sus temas al revés podían escucharse mensajes ocultos. Pronto la sociedad que creía incondicionalmente en los medios se prejuició con la banda. Y así fue como se censuró la película KISS MEETS THE PHANTOM prohibida para los menores de 14 años. A su vez la Iglesia que ejercía mucha influencia en la opinión pública, envió mensajes de advertencia hacia los padres para que sus hijos dejen de escuchar los discos de KISS. La prensa agrandó más historias como que KISS pisaba pollitos con sus botas de taco o que las "SS" eran nazis. Ese escepticismo social generó tal prejucio que pronto el rechazo generalizado se hizo sentir en todos los niveles. Imagínense entonces, cómo un admirador de KISS en Argentina podría llegar a expresar libremente su amor por el grupo o por ejemplo conseguir material de la banda.

La peor parte de todo este contexto es que no teníamos contrapartida y consenso en los medios como para hacer valer la verdad del grupo: Tan sólo "Diversión, entretenimiento y pasar un buen momento". Llamativamente, la compañía Polygram que representaba a KISS nunca se atrevió a lanzar una campaña para acabar con todos estos rumores falsos, por el contrario los explotaba ya que a través de la polémica y las noticias extravagantes hacían mantener a KISS en primera plana y ellos consideraban que esto era publicidad "gratuita" hacia el grupo.

Para nosotros, los fans, fue una época muy difícil. Dependíamos solo de revistas extranjeras para encontrar alguna noticia verdadera sobre la banda; éstas llegaban en forma restringida a algunos puestos de revistas. Afortunadamente éramos uno de los pocos que siempre comprábamos Hit Parader, Pop Rocky o revista Bravo; también en forma Underground se organizaban reuniones en un lugar llamado Teatro del Plata, que era una especie de sótano gigante con capacidad para 100 personas en pleno centro de Buenos Aires. Alguien había conseguido "KISS AT THE BUDOKAN STADIUM 1977" y todos los sábados nos reuníamos para verlo a altas horas de la noche rezando de que la policía no invadiera el lugar y nos llevara presos. Existió una especie de fanzine clandestino dedicado al grupo llamado KISSMANIA, eran fotocopias con reportes sobre la venida del grupo a Sudamérica y la historia oficial, narrada cronológicamente. Su ideólogo era Frank Blumetti (Frank Blumetti se desempeñó como Jefe de Redacción de una de las revistas más importantes de Rock de Latinoamérica: Madhouse). Eran tiempos muy duros pero lo peor llegó en 1983.

Con la situación sucitada por la guerra de Malvinas, la sociedad cargada de represión, prejuicios, ambiguedades morales, "lujuria" ética y falso nacionalismo... era la época en que todos eran patriotas, argentinos y anti-ingleses. Era la época en que ser admirador de KISS pasó a ser la peor traición a la causa patriota. A tal punto que cuando se anunció que iban actuar en estas tierras, inmediatamente la polémica llegó al límite

de lo irrisorio entre el filo de la reprersión y la estupidez patriota traducida en un comunicado de prensa acerca de hacer volar con Una Bomba el Estadio de Boca Juniors si estos ingleses actuaban. Toda una sociedad cómplice cargó la artillería contra estos cuatro neoyorkinos, echándoles encima todos los conceptos más difamatorios usando como portavoz al periodismo argentino que concluyó en que era preferible echar a los herejes de KISS y que sus seguidores subversivos fueran estafados... una merecida reprimenda por obsesionarse con el Diablo.

Así fue que entre esos miles de damnificados estábamos nosotros, unos adolescentes Kissófilos que continuamente comprábamos revistas importadas para acapararnos cualquier información del grupo que jamás llegaba potable al país. Gracias a KISS nos conocimos y el hecho de compartir este sentimiento nos unió al punto de forjar una amistad inquebrantable. Y fue así que un día se nos ocurrió hacer algo -no sólo creativo para nosotros- sino que fuera un mensaje que pudiera muy lentamente imponerse. Era tiempo de empezar a programar un sistemático contrataque. De crear "la otra voz", la que ningún medio dio a lugar. Alguien debía decir la verdad sobre esta banda, aunque más fuera poder recapturar a todos esos miles de jóvenes decepcionados como nosotros que pudieran tener al alcance un medio como portavoz de su sentir.

Quienes hacemos actualmente KISSFEVER: Martín Zamorano, Miguel Musumeci y Matías Repetto; en aquellos tiempos no bajamos los brazos y comenzamos a realizar una tarea de almacenamiento de información sobre KISS. Nuestras fuentes bibliográficas no sólo eran las revistas importadas, también conseguimos biografías del grupo, recorrimos todas las editoriales importantes del país, urgamos archivos de estas y sacamos fotocopias de todo tipo de material sobre la banda, consecuentemente fuimos dando con otros admiradores del grupo y pudimos intercambiar material. Los fines de semana eran exclusivamente dedicados a recorrer la Capital Federal para conseguir todo tipo de material de KISS. Fotos, posters, Discos, Recortes de Prensa, Revistas Importadas, Partituras, Reuniones en el Teatro del Plata para ver videos, etc,etc,etc.

Aún siendo estudiantes de secundaria nos dábamos un espacio de tiempo para ir organizando nuestros archivos. Jamás nuestros padres se enteraban de que nos fugábamos antes de llegar a la escuela tomándonos el día para dedicarlo a KISS. En forma casera y con tan sólo una máquina de escribir y un recipiente de pegamento, nos fue suficiente para ir ordenando cronológicamente la historia de KISS incluyendo fotos alusivas. Llegamos a producir una carpeta prolijamente confeccionada, con la historia puntillosamente redactada de la banda; y este demo no tardaría en impactar a alguien influyente del medio gráfico para que nos diera la oportunidad de aparecer en un medio masivo.

En este punto de nuestra historia resulta interesante ver la paradoja del contexto social. KISS tenía connotaciones muy negativas en el país y hacer un medio dedicado a ello podría aún resultar muy prejudicial; pero indirectamente la banda nos habría de ayudar con su gran nuevo impacto. Se sacaron los Maquillajes y fue una primicia mundial. Fue en esta Argentina de los primeros pasos hacia la ansiada democracia, que por primera vez una noticia del grupo no provocó una histeria colectiva aunque siempre se resucitaban las viejas artimañas de matanzas de pollitos. Pero debemos admitir que esta noticia amenizó la bronca de la opinión pública, incluso se hicieron buenas críticas en los medios más especializados y nos motivó a que era el momento oportuno para hacer algo al respecto.