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Peter Criss!!! ESTE CAPÌTULO REALMENTE HACE JUSTICIA A SEAN DELANEY,
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muchas veces defenestrado por Gene y Paul pero para nosotros, el
quinto Kiss!!!!
Capitulo 5
Estábamos en el medio de una canción cuando Paul empezó a rascarse
la cabeza. Eso es todo lo que Sean Delaney necesitaba ver. Sopló su
silbato y paró el ensayo.
“No podes verte como un rock star y rascarte la cabeza,” ladró Sean.
“Pero me pica la cabeza por la tintura que usaste,” dijo Paul. “Que
se supone que tengo que hacer?”. Sean se acercó a Paul.
“Hacelo dentro de un movimiento,” le dijo. Y le sacó la guitarra a
Paul y se la puso
“Tirate la guitarra para atrás,” le demostró. “Después con las dos
manos te rascas la cabeza como si estuviese prendida fuego. Después
tirá las manos para arriba y caminás para adelante como si fueses
una modelo.” Sean demostró muy puntillosamente, una modelo caminando
la pasarela. Y el primer movimiento escénico característico de Paul
acababa de nacer.
Sean Delaney fue, en mi estimación, el quinto miembro de Kiss. Era
una fuerza creativa tremendamente talentosa. Él escribió muchas
grandes canciones. Tenía una voz por la que podrías morir. Tenía un
don y tenía estilo. Era muy bueno bailando. Conocía el teatro. Él
había trabajado con Tennessee Williams. En su tiempo libre, se
travestía. Y era el amante “cama adentro” de nuestro manager Bill
Aucoin.
No sabíamos que Bill era gay la primera vez que lo vimos. En
aquellos días, especialmente si estabas en el negocio de la música,
tenías que mantenerte en el closet. Pero ni bien Bill se convirtió
en nuestro manager, trajo a Sean para refinar y expandir nuestro
show. Para decirlo de manera suave.
Bill había conocido a Sean en un bar de East Village cuando Sean
estaba formando una banda gay llamada Manhole. Por algún motivo ese
proyecto se cayó, y lo único que le quedó a Sean de todo eso fueron
los aritos en los pezones. La pérdida para el mundo de la música fue
nuestra ganancia. Él era perfecto para nosotros, un músico multi-talentoso
que sabíacómo crear una imagen y mostrarla. Él estaba muchísimo
másallá que nosotros en ese momento.
Lo primero que hizo Sean fue convencernos de teñirnos el pelo de
azul oscuro.
“Ustedes son una banda. Todos deberían tener el mismo color de pelo.
Y el azul oscuro va realmente a resaltar contra el maquillaje
blanco,” dijo Sean.
Él nos llevó a un departamento de uno de sus amigos gays en Village.
Uno por uno, nos tiñó el pelo en la bañera. Cuando terminamos, el
departamento era un caos, pero nosotros nos sentíamos grandiosos.
Fuimos a la calle 8th, y todo el mundo nos miraba. Quien había visto
una banda donde todos los tipos tenían exactamente el mismo color de
pelo?
Sean nos quería vestir en dorado y negro, pero el dorado cambia de
color bajo las luces, así que lo cambiamos a plateado y negro. Y el
negro, por supuesto, iba a ser cuero. Solíamos usar collares de
perros decorados que conseguíamos en los negocios de mascotas, pero
Sean nos arrastró hasta Pleasure Chest, un negocio de ropa
sadomasoquista en Village que tenía una gran clientela gay. Ahí es
donde conseguimos collares, brazaletes, calzones de cuero, cadenas.
Paul era medio rellenito en esa época, y Sean sabía que no podías
tener un rock star gordo, así que hizo que el dueño de Pleasure
Chest le diseñara un corset acordonado para meterle los rollos
adentro. Paul se ponía este contractor de cuero y nosotros nos
poníamos atrás y tirábamos fuerte de los cordones.
Después Sean empezó a trabajar en nuestros movimientos escénicos.
Nos llevó a un loft en Chinatown donde solía practicar con su banda.
Paul ponía la mayor resistencia. Los dos pelearon por horas.
“No me puedo mover así – no me veo bien,” Paul solía decir.
“Sí que te ves bien,” Sean le respondía. “Fruncí los labios un poco
más. Va a volver locas a las chicas.”
Teníamos que tener una coreografía elaborada porque Sean nos había
hecho nuestras plataformas más altas. Eran de 15 cm y los chicos se
caían todo el tiempo, entonces les enseñó cómo tratar de evitar esas
caídas, y cuando eso no funcionó, les enseñó cómo hacer esa caída
parte del show y como encubiertamente levantarse entre ellos. Al
principio queríamos que Sean traiga a un coreógrafo profesional,
entonces encontró a un gay famoso que trabajaba en Broadway. El tipo
no sabía nada, así que Sean intervino. Sus movimientos le volaron la
cabeza.
Nosotros habíamos empezado a hacer movimientos muy buenos por cuenta
propia, pero los chicos ni se daban cuenta que lo hacían. Ace se
ponía en el costado con las piernas abiertas, entonces venia Gene y
ponía su pierna entre las de Ace, y entonces Paul se ponía detrás de
ellos y giraban juntos. Sean inmediatamente vio que este movimiento
era dinamita e incluso lo nombró, creo, “el volantazo de Kiss”. Sean
decía que era una representación física de un orgasmo cargado de
música.
Estos movimientos no eran solo por estética. A veces Ace se
emborrachaba tanto, que se desmayaba mientras estaba haciendo un
solo.
Gene y Paul veían esto y rápidamente corrían a él y hacían unos
movimientos y al final, lo levantaban. Era difícil para mí tocar y
mantener mi cara seria. No podía creer lo que estaban logrando,
haciendo los desmayos de Ace parte del show.
El elemento sexual en el escenario no pasó desapercibido para un
escritor de la revista Mandate, una revista gay que nos dio una de
las primeras críticas positivas. El tipo decía que Paul “bi-modulaba
bi-sexualidad” por el escenario, y Paul se enojó. Pero que esperaba?
Solía hacer un movimiento que era estirar su pierna en el borde del
escenario con un portaligas. Todos en el público, mujeres y hombres,
se la agarraban.
Él lo amaba – no podía esperar por ese momento.
La sexualidad de Paul se convirtió en un tópico de especulación
incluso para nosotros en la banda. A Paul siempre le gustaba
garabatear. Y dibujaba los mejores penes del universo: podría haber
conseguido trabajo en una revista gay. Hasta le hacía las venas y
las bolas perfecto. Ace le decía “tenes que haber chupado alguna
para dibujarla tan bien”. Gene no decía nada pero sonreía como
diciendo “te parece?”
Por supuesto, una de las razones por las que las dibujaba tan bien
era porque tenía grandes modelos a su alrededor. Nosotros éramos
unos locos entonces, y Ace y yo nos volvimos famosos por mostrar la
verga en cualquier momento, y se la agarrábamos uno a otro. No era
algo sexual, era solo una estupidez de adolescentes.
A veces lo hacíamos solo para provocar a Gene. Nos estábamos
poniendo el maquillaje y me bajaba los pantalones y le ponía el
miembro en el hombro a Gene, y luego Ace hacia lo mismo en el otro
hombro. Gene gritaba y nos sacaba diciendo “váyanse a la mierda de
acá!” pero le gustaba la broma.
“Vayan a Paul”, decía.
Cuando se lo hacíamos a Paul, él se avergonzaba.
Gene y Paul nunca pelaban la verga. De hecho, Gene tenía algo con no
mostrarse desnudo frente a nosotros. Nunca se bañaba con nosotros
después de un show. A Paul no le importaba, pero no era tan
exhibicionista como Ace y yo. Tal vez es porque Paul y Gene venían
en un lejano tercer y cuarto puesto de Ace y yo cuando hacíamos los
concursos de quien la teníamás larga. La mía era la más larga, la de
Ace la másgruesa, y después Paul y Gene venían muy atrás. Escribir
esto ahora siendo un hombre de 64 años, parece muy estúpido. Que
mierda estaba pensando? Pero éramos jóvenes y era divertido y todo
el mundo lo disfrutaba en ese momento.
Ace y yo éramos lo suficientemente inteligentes para no hacerlo
frente a Bill o Sean. Tal vez porque ellos lo hubiesen filmado. Una
de las grandes innovaciones de Bill y Sean cuando practicábamos en
ese loft fue grabar en video nuestras actuaciones y después
mostrárnoslo y hacer una crítica como si fuesen entrenadores de
futbol analizando jugadas. Bill había hecho algo de dirección en
televisión, y estaba realmente metido en los aspectos visuales del
show.
Así que Sean ponía dos cámaras una en cada costado nuestro, nos
subíamos al escenario con todo el maquillaje y vestuario puesto y
ensayábamos por horas, y él lo grababa. Cuando terminábamos,
mirábamos todo el tape completo y Sean nos daba un sermón.
“Paul, ves cuando haces eso? La estas cagando. No lo vuelvas a hacer
nunca más. No abras tu boca ahí.” O: “Peter, viste cuando haces eso
con los palillos? Me gusta. Mantene eso.”
Eliminábamos cualquier cosa que no fuse cool y nos quedábamos
cualquier cosa que fuse grandioso.
Podía verse espontaneo, pero cada pequeño movimiento estaba planeado
en nuestra banda.
Sean entendía y amaba la teatralidad. Nosotros recién habíamos
desarrollado nuestro personaje escénico con el maquillaje, pero Sean
se aseguraba que nos mantengamos en personaje a lo largo de todo el
show. Sean realmente trabajo con Gene para desarrollar todo su
personaje de demonio. Una vez Gene sacó su prodigiosa lengua a Sean
para parecer repulsivo, y Sean dijo que tenía una epifanía ahí
mismo. Gene sería un monstruo el show completo. Así que trabajaron
en caminar como un monstruo y no desviarse del personaje. Cada vez
que Gene se salía del personaje, Sean tocaba el silbato y paraba el
ensayo. Yo no me la sacaba gratis tampoco. Y lo mismo iba para Paul
y Ace. Aunque Sean no necesitaba hacer mucho para que Ace se
comportara como un cadete espacial.
Lo que aterra es que cuanto más nos metíamos en nuestros roles y el
maquillaje, más nos volvíamos nuestros alter egos. Una vez que nos
deshicimos de los sombreadores femeninos y los delineadores y los
lápices labiales y realmente creamos estos cuatro personajes con un
maquillaje teatral, nos transformamos en diferentes entidades. Gene
se transformó directamente en un demonio. Ese pequeño niño judío
desapareció cuando el Demonio atrapó el cerebro de Gene. Le escupía
en la cara a nuestros roadies. Solo moverse por ahí con esas
plataformas, sumado a su altura natural, exudaba amenaza.
La gente se sentía intimidada cuando él se acercaba. Especialmente
cuando sacaba esa lengua. Su lengua era tan larga, había rumores que
se la había extendido cosméticamente. Con su lengua saliendo y
entrando de su boca, parecía una especia de lagarto demoníaco.
Gene una vez me dijo que si el pudiese dejarse el maquillaje todo el
tiempo y nunca dejar ese personaje, lo haría.
Paul literalmente se convertiría en la Estrella. Ta-da! Este chico
gordito de Queens se convirtió en Liza Minnelli, Rod Stewart, Mick
Jagger, todos en uno. Él sabía que podía tener a la mujer que
quisiese. Tenía manos femeninas, pero las usaba como un Svengali en
el escenario. Como Drácula, le hacía un gesto a una chica en la
audiencia como si le estuviese comandando. Le agarraba la cara en
forma dramática y caminaba por el borde del escenario mirando a la
gente como si fuesen nada, porque él era la Estrella. Y después le
pegaba la luz blanca y podía ver que su cerebro le burbujeaba porque
todo era como “Mírenme! Mírenme!”
Ace realmente era un hombre especial, un muchacho que se tropezaba y
se caía porque no se podía adaptar a la gravedad de la tierra. De
hecho él solía decirnos eso, incluso cuando no estaba con el traje!
Cuando me ponía el maquillaje de gato, realmente me transformaba.
Olvídense de Peter Criscuola, el chico de Brooklyn. No existía. Yo
creía que era un superhéroe, el más icono gato de todos los gatos,
sentado ahí mirando a mi presa. Era un sucio y pequeño gato de
callejón, listo para atrapar lo que quisiese. No te acerques mucho,
porque podría simplemente atacar. Era un viaje insano de poder. Me
sentía más alto. Mis brazos más fuertes. Realmente me transformaba
en esta central de energía. No podía golpear mi bacteria lo
suficientemente fuerte. Casi daba miedo sentir tanto poder.
Sean me alimentaba esa energía. Recuerdo tantas veces en los ensayos
cuando Sean me gritaba en la cara para que asesine a la batería. Era
casi militar: todo lo que hacíamos sobre el escenario era para
aniquilar. Cuando abríamos los shows, nuestra meta era aniquilar
todo de una manera que el principal no quisiese salir después de
nosotros. Sean nos ayudó a desarrollar ese instinto animal, y todo
eso empezaba con la batería. Los otros chicos tenían que seguirme a
mi tocando a mil kilómetros por hora.
Sean trabajaba 24/7 con nosotros. Era como un sargento obsesivo.
Cuando nos metíamos en esa sala de ensayo y estábamos todos juntos
en el escenario, él se ponía frente a nosotros y era como si
estuviese liderando la orquesta más larga del mundo, estaba muy
metido. Yo no era nadie en ese momento, pero cuando estaba cerca de
Sean, me sentía de la realeza, como si fuese el baterista más grande
del mundo. Ambos Sean y Bill supieron instintivamente que era
importante tratarnos a todos como estrellas, y así lo hicieron.
TRADUCCION: LUCIO MANCEBO
KISSFEVER ARGENTINA
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