Paul
Stanley: Intercambiando ideas
En
1975, Kiss era una gran idea esperando su momento. Cuatro tipos
enfundados en trajes tocando Glam Rock. La banda había construido un
seguimiento leal de parte de cierto público, pero ellos no tenían
álbumes de oro o ventas súper abultadas. Con tres discos poco apreciados
bajo sus brazos y su contrato discográfico a punto de concluir, ellos
decidieron pelearla para obtener el reconocimiento en su terreno
familiar – en el centro de cientos de fans de Kiss. El cantante y
guitarrista Paul Stanley rememora como fue que Alive pasó a ser el Beso
de la vida.
VH1:
¿Cuál es el legado Alive!?
Paul
Stanley: Lo que lo hace único es que te transporta al oyente al público.
Queríamos bombardear sus sentidos mientras ellos estaban inmersos en la
multitud. Estábamos dispuestos a hacer lo imposible para transmitir ese
sentimiento a nuestros fans, porque las ventas de los álbumes no
reflejaban el éxito que teníamos en vivo. Decidimos entonces que al
menos que hayas visto la banda en vivo, no entenderías a la misma. Así
que hagamos algo que realmente capture lo que Kiss es.
VH1:
¿Alive tiene que ver más con el público que con la banda?
Stanley:
La experiencia de un concierto de Kiss es como el sexo y cualquier otra
cosa que involucre a más de dos personas. Lo que lo hace tan magnífico
es el intercambio de ideas. Cuando el público lo lleva al siguiente
nivel, nosotros podemos montar un nuevo corte. Alive paga tributo al
hecho de que no estamos solos en esto. No podes tener un álbum como
Alive, no podes tener el éxito o la historia de Kiss sin un público que
te da lo que Kiss le da al público.
VH1:
¿Qué fue lo que hiciste en el estudio para que Alive! fuese lo que hoy
todos conocemos?
Stanley:
Hacer un disco enteramente en vivo a veces te lleva a realizar algo no
tan bueno. El impacto de estar allí fue más importante que tener el
álbum representado nota por nota que es lo que a veces sucede. Así que
reforzamos el sonido del público para ponértelo en la cara para que de
esta manera pudieras sentirte como si estuvieses sentado al lado de
alguien y no en el fondo de la sala experimentando algo a la distancia.
Hay momentos en los que el público casi tapaba a la banda, pero cuando
estas en el show, ¿no es esto lo que sucede? Un álbum en vivo, ¿es
realmente algo donde vos tocas una canción y al final oís a la gente
aplaudiendo? Eso no es un álbum de rock desde mi punto de vista. Incluso
las bombas fueron aumentadas porque es imposible grabar ese tipo de
bombas. Lo que nosotros podríamos hacer en el estudio es tomar el sonido
de una bomba verdadera y ponerlo por sobre el sonido existente. Si esto
suena como una experiencia en vivo, entonces es una experiencia en vivo.
VH1:
El método de grabación, ¿cambio la manera en que ustedes hacían las
presentaciones?
Stanley:
Hacer un álbum en vivo fue como una educación. Cuando uno esta en un
concierto, no sólo escuchas con tus oídos, pero también lo haces con tus
ojos, así que comenzamos a grabar algunos shows para ver como sonábamos
estando sentados en el fondo de la sala sin el beneficio de ver a la
banda. Nos sorprendimos de cuan rápido tocábamos. Era emocionante si
estabas en el público, pero escuchar esas cintas te robaba el aliento.
Tuvimos que hacer un esfuerzo conciente para bajar los decibeles, y para
nosotros disminuir es ir todavía a 100 kilómetros por hora.
VH1:
¿Terminó siendo disco doble porque fue lo que les tomo para capturar el
set list completo?
Stanley:
Grabar un álbum doble no era algo bueno porque nuestros conciertos por
aquel entonces duraban alrededor de una hora y media. Queríamos darles a
todos el aperitivo, el plato principal y el postre. Y esto fue lo que
les dimos en Alive!
VH1:
Sus primeros tres álbumes no vendieron muy bien. ¿Fue este álbum un gran
esfuerzo para la banda?
Stanley:
Esto es muy simple. Nada podía detener a Kiss. La banda ha atravesado
momentos duros donde los críticos eran como buitres diciendo cosas como,
“Bueno, ustedes saben que este es el fin de sus carreras.” Declaraciones
como esta son las que me hacen decir “¿Seguro? Observa esto!” Ahí es
cuando los dientes empiezan a volar porque las botas comenzaron a
patear. No hay nadie que me pueda venir a decir a mi que estamos
acabados.
VH1:
¿Porqué la versión en vivo de “Rock and Roll All Nite” tiene más impacto
que la versión de estudio?
Stanley:
Con la versión en vivo sería imposible oír ese track y no oír que se
estaban tocando acordes con juventud Americana. La idea fue la de
escribir una canción que fuese una llamada, una canción con la que la
gente dijera “Esto es en lo que creo, y esta es la banda a la cual
sigo.” Recuerdo regresando al hotel con mi guitarra y decir “Bueno, ¿en
que creemos?” y cantar “Quiero fiesta y rock and roll toda la noche y
todo el día” Simple y preciso. Fui a verlo a Gene porque él tenía un
verso que unimos junto con el mío y ahí estaba! Teníamos el himno
nacional del rock ‘n’ roll.
VH1:
¿Cuáles fueron sus expectativas de venta para el álbum?
Stanley:
Debido a que nuestros primeros álbumes habían vendido entre 50 y 90 mil
copias cada uno, con Alive yo esperaba vender 350,000 copias. Recuerdo
estar con nuestro manager Bill Aucoin y decirle, “¿Crees que podamos
vender 350,000 álbumes? El dijo, “No nos hagamos demasiadas ilusiones”.
Probablemente vendimos 350,000 álbumes en una hora.
VH1:
¿Cuánto tardo Alive! en transformarse de álbum de oro a platino?
Stanley:
Alive! nos tomó por sorpresa. La gente tiene que recordar que por aquel
entonces, el platino era casi territorio inexplorado. Hasta y después
de Grand Funk Railroad, no había algo así como un álbum de platino
certificado por RIAA porque nadie vendió tantas copias de ningún álbum
simple. El conseguir que ese álbum se volviera oro era un sueño para mí
ya que eso era algo con lo que siempre había soñado. Dos semanas más
tarde cuando el álbum se transformó en platino, para no ser ingrato, yo
ya estaba feliz con el álbum de oro con el que siempre había soñado.
VH1:
¿Cómo afectó el éxito a la banda?
Stanley:
Una vez yo estaba dando una entrevista y alguien me dijo, “¿Qué se
siente ser rico y famoso?” Yo dije, “Bueno, puedo decirte como se siete
ser famoso.” Yo estaba viviendo en un apartamento amueblado de una
habitación. A pesar de todo lo que estábamos haciendo con Alive! nos
tomó hasta Destroyer el poder reparar varios problemas. La recompensa
financiera es grandiosa y amo la vida que tengo, pero todo lo que el
dinero hace por vos es que te dejes de preocupar acerca del dinero.
Luego vos sos libre de vivir tu vida. Hay gente que tiene esa misma
libertad sin tener un centavo. Yo necesitaba los billetes, y agradezco a
todos por ello.
VH1:
¿Cómo celebraste el éxito una vez que llegó el dinero?
Stanley:
Nunca tuve un auto propio. Mi primer auto era uno de $35 que manejé
hasta gastarle las cubiertas. Nunca quise tener un último modelo hasta
que yo sintiera que lo merecía. Allá por 1976 mas o menos, me compre un
Mercedes de dos asientos. Una noche me senté en el coche y dije,
“¿Realmente merezco este auto?” Encendí la radio y ¿que estaban pasando?
“Beth.” Luego puse otra frecuencia y estaban pasando “Rock and Roll All
Nite”. Ahí me dije, “Trato hecho. Este es mi auto”.
VH1:
¿Merece Kiss el crédito por hacer de los álbumes en vivo una licencia
provechosa?
Stanley:
‘Licencia provechosa’ suena como si estuvieras hablando sobre McDonald's
o Burger King y yo no me quiero parecer a ellos. Seguramente Alive!
preparó el terreno para que muchas bandas se percataran de que había un
público que le gustaría tener un disco en vivo. La belleza de hacer algo
bien es que esto parece sencillo. Alguien observara grandes obras de
arte y dirá, “Yo puedo pintar eso.” Inténtalo. No podrás. Es por esto
que la gente dice, “grabaré un álbum como Alive” Adivina ¿que? Muchos de
ellos apestan. Porque hacer algo que es bello en su simplicidad y
crudeza y fealdad no es tan sencillo como parece. Si fuera tan fácil,
habría montones de álbumes con VH1 Ultimate Albums. Y ¿adivinen que? Yo
solo conozco uno.
Traducción: Diego Morales |