Por Martín Zamorano

"Bueno, en realidad no reemplazas a la gente, no buscás a alguien que sea un substituto, tratás de conseguir un nuevo miembro; un nuevo miembro que pueda continuar desde ese punto pero no recrear como un actor en la banda; no  buscás a alguien que pueda encajar en Ace, porque Ace hay uno solo; podés conseguir a alguien que toque como Ace y ser leal al sonido original pero no podés reemplazar gente; sólo conseguís nuevos miembros." - Paul Stanley 1994-

            
Parece mentira que hace 10 años el mismísimo Paul Stanley predicaba esta idea para justificar la continuidad del grupo con la incorporación de nuevos miembros. Todos recordamos la leyenda del "soldado caído" y de la "rueda averiada" como argumentos que tenían su lógica. Hoy, todas esas palabras han quedado sepultadas en la farsa. En la actualidad, KISS es una aceptable banda tributo, contando con los mismísimos Gene Simmons y Paul Stanley autoparodiándose junto a 2 grandes músicos que hacen de Ace y Peter para poder darle viabilidad al grupo y seguir facturando. Obviamente, no hay otras  intenciones más que las comerciales.
Según recientes declaraciones Paul nos aseguró - con la convicción que lo caracteriza - que "esta es la mejor formación de KISS hasta  la fecha" (refieriéndose al line up con Singer y Thayer), pero según parece,  aún necesitan recrear la formación original, es decir, contar con la imagen  de Peter y Ace en escena. Los argumentos que dan para justificar esta  situación es tan increíble como todas las declaraciones que dieron en los  últimos 15 años.
Lo cierto es que esta torpe decisión de continuar "autoparodiándose" esconde una triste realidad: KISS sin los 4 miembros originales nunca pudo superar el  glorioso pasado de los ´70, ese que contaba con un borracho y un drogón en sus filas. Por lo  visto, KISS no es sólo Gene y Paul. El problema es grave ya que "ese orgullo caprichoso" hace que no puedan admitir que necesitan a Peter y Ace de cualquier manera, y como todos sabemos, cuando el barco se estaba hundiendo a mediados de los 90's,  decidieron abrir el juego a la reunión con discos tributos, grandes éxitos, girar con un museo de antologías de los 70's y todo para ir preludiando el regreso "de los mediocres Frehley-Criss". Eso les dio tiempo para diseñar las condiciones de una reunión en la cual había que poner en forma a los otros 2 miembros originales. La reunión tuvo un éxito rotundo, ese que Gene y Paul no tuvieron desde 1979, y lo adoraron. Pero una vez que llegaron a la cima volvieron a despojarse de los 2 burros de carga, y hoy terminan haciendo esta ridícula recreación de un show, con sonido y movimientos de "marionetas".  Esto es a lo que los dos líderes de KISS han conducido a la banda mas caliente del mundo.
El respeto que dicen tener por los fans se desvanece cuando se ve perpetuarse este acto nostálgico, grosero y ridículo que musicalmente puede ser perfecto y con un set list súper ideal, pero que se diluye...
La verdad es que no puedo dejar de experimentar una sensación de defraudación  que me llena todas las venas de bronca y decepción.
Gene y Paul se cansaron de decir que KISS es mas importante que  cualquier miembro, sería bueno que ellos lo entendieran y si quieren continuar, que de una vez por todas, se animen a cerrar la puerta del maquillaje, que a esta altura perdió todo lo mágico y se convirtió en un acto de circo llevado a ribetes de poca seriedad y poco respeto artístico.
Ahora, sólo nos queda seguir escuchando a Paul con su Welcome to the show en una eterna gira de despedida.