Kiss, Décimo Aniversario Del Retorno

 

Revista Nº390 Popular 1, (Abril 2006)

Agradecimientos para: Sasha

 

Obviamente un comeback como el que nos ofrecieron los creadores de “DESTROYER” no es algo que se decida de un día para otro, se trató de una idea madurada durante largo tiempo, que siguió una serie de pasos muy estudiados para que todo saliera bien. Siempre supimos que la formación más clásica de la banda acabaría por volver a lo grande a los escenarios de todo el mundo, incluso Bruce Kulick, guitarrista del grupo durante doce largos años, reconoció en una entrevista concedida a esas mismas páginas que desde su ingreso en sus filas supo que en un momento u otro volverían a ponerse las pinturas de guerra, aunque nunca pensó que tardarían tanto en hacerlo.

 

Durante la década de los ochenta Kiss mantuvieron el tipo, pero no se fijaron demasiado en su pasado, incluso en sus presentaciones en directo de la época los temas de los setenta que interpretaban se podían contar con los dedos de una mano. Todo cambió cuando quienes fueron niños en los 70 empezaron a tener éxito al frente de sus respectivos grupos.

 

A finales de los ochenta bandas tan dispares entre sí como Poison o Ántrax reivindicaron el papel fundamental que Paul Stanley y cia habían jugado en su formación como músicos, y grabaron versiones de los clásicos del extenso catálogo de las criaturas de la noche.

 

Pero si hay un momento que se puede considerar crucial y que decidió que había que volver a reverdecer viejos laureles, fue la gira que Paul Stanley realizó en solitario en 1989. Para ese tour Starchild desempolvó gran cantidad de clásicos que hacía más de una década que no se interpretaban en directo, como C’mon and love me, o I want you, y por supuesto el resultado fue el esperado, los fans enloquecieron. Sólo fue cuestión de un poco de paciencia y esperar a que otras muchas bandas les reivindicaran (Pantera, Nirvana..........) para que la soñada reunión se hiciese realidad.

 

Volviendo al presente, podemos observar que lo que ahora tienen entre manos Stanley y Simmons es un poco lo que siempre habían deseado: el concepto de Kiss clásico pero sin las dos piezas que siempre les habían impedido disfrutar al 100% de sus logros, los geniales pero a veces incómodos Ace Frehley y Peter Criss, y es que si hoy en día tenemos en la banda a dos impersonators como Tommy Thayer y Eric Singer, es por la simple razón de que los dos líderes nunca han soportado ni al gato ni al hombre del espacio. Tuvieron que contar con ellos para recuperar el prestigio y para que la máquina volviera a fabricar dólares a mansalva, pero una vez logrados  sus objetivos no han tenido ningún reparo en seguir adelante sin ellos.

 

De todas maneras durante el período que abarcaron las giras “Alive Worldwide” y “Psycho Circus” casi llegaron a convencernos de que habían limado viejas asperezas, y es que el cúmulo de sensaciones que nos hicieron vivir estos cuatro tipos durante esta etapa es impagable. Especialmente la gira de reunión fue probablemente el comeback más emotivo de todos los tiempos, con impresionantes conciertos para los que recuperaron toda la parafernalia de la era “Love Gun”, y con un repertorio que nunca habríamos soñado escuchar en directo. Incluso si echamos un vistazo al apasionante documental “The Second Coming”, vemos una camaradería y un buen rollo entre los miembros de la banda francamente sorprendente. En ese documental siempre ha destacado, para mi gusto, el buen de Peter, que realmente se mostraba más eufórico que nadie. Llega a ser muy chocante observar cómo en algunas ocasiones el gato está incluso demasiado acelerado, debido al subidón que suponía para él volver a estar en la cima, y el siempre autoritario Simmons le tiene que llamar la atención. Ese estado de euforia ya se aprecia en el histórico “MTV Unplugged” (que supuso el principio de todo), cuando Peter  después de interpretar  Beth y de recibir una de las mayores ovaciones de su vida, parece que va a estallar en pedazos debido a su emoción.

 

Junto al arrepentido Peter Criss tenemos al rebelde e incorregible Ace Frehley, que en su nueva etapa junto a la banda parece que se lo pasó en grande amargándoles la vida a los dos líderes. El es la otra cara de la moneda. Ace siempre quiso volver a Kiss, pero para demostrarles a Simmons y a Stanley que le necesitaban, en el susodicho show acústico mostró una absoluta desgana. En la edición videográfica del concierto de la MTV podemos ver unas imágenes entre bastidores que creo que son más que representativas: cuando Space  Ace llega al local de ensayo Simmons le llama y le abraza con cariño, pero Ace muestra una frialdad total.

 

En la posterior gira reunión, la verdad es que Ace se comportó bastante bien, dedicando a sus compañeros los mil y un elogios, pero fue él quien empezó a destapar la caja de los truenos ya en plena gira Psycho Circus. Él fue quien dijo que la grabación de ese álbum no había sido el maravilloso encuentro en el estudio entre cuatro amigos que muchos imaginaban, sino que cada uno sólo toco en sus propios temas y se utilizaron a otros músicos para completar la grabación. También se quejó de que nada había cambiado desde los setenta, y que como había sido siempre habitual, rechazaron canciones que el creía que podían encajar en el disco. Más tarde consiguió sacar de sus casillas a los dos líderes en un show, saliendo a escena, sin la parte de arriba de su indumentaria, luciendo una simple camiseta del merchandising y alegando que hacía mucho calor en el recinto.

 

Aunque la relación entre los cuatro miembros originales de Kiss daría para llenar muchas páginas de revistas, creo que lo más importante es la magia que lograron recuperar con su retorno a los escenarios ese 28 de Junio de 1996, fecha en que dio inicio el “Alive worldwide tour”, concretamente en el Tiger Stadium  de Detroit, provocando una histeria a la altura de su leyenda, que hizo que las 40.000 entradas puestas a la venta se agotaran en 40 minutos. Tras el baño de masas en Detroit la gira continuó por territorio americano, dando como resultado sold outs allá por donde pasaran, y ese sólo fue el principio de la dominación mundial.

 

Para la posteridad quedan apoteósicos shows como el de Donington 96, que consiguió que fans de todas las latitudes del mundo se trasladaran a la vieja Inglaterra.

 

Estamos hablando de una gira de la que sólo se pueden destacar cosas positivas, ¿verdad? Si, pero, aunque “Alive Worldwide” representó una jugada maestra en todos los campos (artístico, económico........) y sirvió para devolverles una popularidad que hacía veinte años que no disfrutaban –recordad, por ejemplo, que la “alternativa” revista Spin llegó a hacer portadas individuales de un mismo número dedicadas a cada miembro-, se empezaron también a sentar las bases de lo que es el presente de la banda más caliente del mundo. Por un lado, aunque Peter Criss aguantó perfectamente el tipo, la verdad es que los excesos llevados a cabo durante los años de mayor gloria del grupo empezaron a pasarle factura, y Simmons y Stanley consideraron la posibilidad de que Eric Singer sustituyese al gato. Incluso hubo algún show en el que Peter tuvo que ser sustituido por un roadie, convenientemente maquillado, ya que sus brazos a veces se resentían de aporrear himnos rockeros noche tras noche. Posteriormente, en “Psycho Circus world tour”, se amplificó el sonido de la batería para que nuestro felino favorito no tuviera que hacer un esfuerzo sobrehumano en cada show, pero parecía que Simmons y Stanley  ya empezaban a tener el caso visto para sentencia.

 

SEX, MONEY, KISS

 

Aunque si a alguien le afectó sobremanera este abrumador éxito, fue al mismísimo God of Thunder. Gene Simmons siempre fue un tipo con una visión muy clara de los negocios, pero hasta esa etapa había sabido mantener un perfecto equilibrio entre música y dinero, sin embargo el éxito de la reunión hizo que el bajista perdiera de vista la realidad y el dinero pasara a ser su única prioridad. “Quiero mi propia nación, mi propia bebida, la kiss cola y mi propia religión, el kisstianismo. ¿Qué tiene Jesucristo que no tenga yo? Desde luego la humildad empezaba a ser una palabra desconocida en el léxico de este hombre.

 

La verdad es que este ansia de amasar más y más dinero inicialmente fue algo beneficioso para los fans, ya que a partir del año 96 pudimos disfrutar de nuevo y maravilloso merchandising: muñecos, comics.....y a partir de ahí un ticket sin retorno hacia la megalomanía más desquiciada: libros tan insultantes y pretenciosos como “Sex, Money, Kiss”, revistas (Gene Simmons  Tongue), teléfonos Kiss, condones y la joya de la corona, el ataúd Kiss. Por un precio aproximado a los 6.000 euros podemos descansar durante toda la eternidad junto a las criaturas de la noche, y hasta que llegue el fatal momento siempre podremos usar el féretro como frigorífico, ya que esa es otra de sus utilidades. De momento parece que el único cliente que dispone de él es el malogrado Dimebag Darrell, tras el fatídico suceso que todos conocéis, la familia del guitarrista encargó un ataúd a Mr. Simmons, ya que de sobras es conocida la idolatría que el guitarrista sentía por todo lo que tuviera que ver con los cuatro monstruos maquillados. También sirvan estas líneas, para recordar a otra ilustre fan de Kiss, Bianca Butthole (Betty Blowtorch). Tras su inesperada muerte que truncó la carrera de una de las bandas más prometedoras de los últimos tiempos, sus familiares y amigos decidieron depositar las cenizas de la malograda vocalista en una lunchbox Kiss.

 

Siguiendo con Simmons, la verdad es que algunas de sus ideas no han tenido el éxito que él preveía. El hombre sigue estando empeñado en llegar a la mayor cantidad de público posible, y qué mejor manera de ser visto por millones de personas que aparecer en todo tipo de programas de televisión. No vamos ahora a enumerar todas las apariciones de The Demon en la pequeña pantalla, pero sí que son reseñables los dos últimos episodios en los que se ha visto involucrado nuestro protagonista. El primero es la serie Gene Simmons Rock School, en la que nuestro megalómano favorito se planta en un colegio high class de Gran Bretaña para dar clases de actitud y Rock and roll a unos relamidos estudiantes de música clásica. Tras el rodaje de algunos episodios, periodistas del mundillo musical entrevistaron a algunos de los chavales que habían recibido las rockeras enseñanzas del God of Thunder, y la respuestas más común que recibieron fue:”Gene Simmons es la persona menos dotada para la docencia que hemos conocido”. Ahora nos toca esperar a ver qué nos ofrece el nuevo producto del bajista “Gene Simmons Family Jewels”, que viene a ser lo mismo que la celebérrima “The Osbournes”, pero con la familia Simmons como protagonista.

 

No, no creas que me olvide de “Asshole”, su disco en solitario del 2004. Su discutible calidad será comentada en otro apartado de este artículo, pero creo que es otro dato a tener en cuenta.

 

El nombre del álbum se debe a la opinión que tienen los fans de Simmons a causa del affair Frehley/Thayer: “Últimamente por ciertos acontecimientos los fans me llaman Idiota, y si eso es lo que soy, que nombre más apropiado para mi disco en solitario”

 

 

WELCOME TO THE PSYCHO CIRCUS

 

Dejando individualidades aparte y volviendo a la banda madre, tras semejante éxito con la gira de reunión se les antojaba difícil superar la gesta, pero la llegada del Psycho Circus nos volvió a demostrar que pocos pueden superar en creatividad y recursos a los cuatro de New York cuando se encuentran en estado de gracia. Aunque el homónimo álbum quizás nos dejó un poco fríos, sobre todo debido a las altas expectativas que habíamos depositado en él, la correspondiente gira fue otra medalla de oro a añadir a un retorno que hasta ese momento estaba resultando modélico, me refiero por supuesto a la única gira 3D que el mundo ha conocido hasta ahora. Fue un tour que dejó extasiados a sus seguidores. Era necesario sorprender con algo diferente, ahora que la novedad y la excitación del retorno ya quedaban atrás, y lo lograron. Miles de fans pudieron ver a Gene, Paul, Ace y Peter con efecto tridimensional, descargando de nuevo toda su colección de clásicos imperecederos. Tras este nuevo highlight ya nada volvería a ser lo mismo.

 

FAREWELL TOUR?

 

En el año 2000 se anuncia que la banda iba a realizar su gira de despedida. De entrada pocos nos lo creímos pero todo era posible, ya que el grupo consideraba que no podía llegar más lejos y teóricamente preferían dejarlo cuando todavía estaban en lo más alto. Así el Farewell Tour empezó a recorrer tierras americanas y japonesas, y fue precisamente al llegar a la tierra del sol naciente cuando se anunció algo que nos dejó a todos estupefactos: Eric Singer sustituía a Peter Criss para un tramo de la gira, adoptando el maquillaje del gato. La razón de este despropósito fue una pataleta del batería original, que de pronto exigía más honorarios. Los dos líderes le mostraron la puerta y le sustituyeron sin ningún miramiento. Muchos seguidores se sintieron traicionados y la excusa esgrimida por los dos líderes no es que aplacara mucho los ánimos precisamente: “En un equipo lo importante son los colores, no quien los viste”. Al final el gato volvió a filas para acabar la gira y.......... ¿fin de la historia? Por supuesto que no.

 

Pasado un tiempo se anunciaba que Kiss volvían a embarcarse en otra gira ¿qué tenía que decir Paul Stanley al respecto?: “La verdad es que después de pensármelo mejor, el retiro no va conmigo, y además hay bandas que basan sus carreras en giras de despedida y nadie les dice nada”.

 

Si se analiza detenidamente el caso, nos daremos cuenta de que las giras es lo único que les mantiene, ya que su producción discográfica se ha reducido a la nada, y según unas recientes declaraciones de Starchild no creo que volvamos a tener en nuestras manos un álbum de material nuevo de estudio de Kiss:”No creo que tenga ningún sentido publicar álbumes a estas alturas, la gente quiere ir a los shows y escuchar el material clásico. El nuevo material siempre tendría que estar luchando contra todos los clásicos y no vale la pena el esfuerzo”.

 

No hay disco, pero si novedades en el “line up”, para el nuevo tour que se avecina: por un lado Peter Criss vuelve a ser u miembro de pleno derecho en la banda, tras aprender la lección de Gene Simmons: “En un coche siempre hay dos que van delante y dos que van detrás”. Por otro lado ya no está Space Ace, que decide que ha ganado suficiente dinero y no tiene porqué aguantar más a los dos autoritarios líderes. Cuando se le preguntó por la negativa a girar con la banda de su vida, la respuesta no pudo ser mas contundente: “Kiss no existen, yo hice una gira de despedida y cumplí todos mis compromisos con ellos. Para mí ese grupo dejó de existir tras esa gira y no puedo unirme a una banda que no existe, no pienso pasarme el resto de mi vida esperando llamadas caprichosas de Gene sobre si ahora tenemos una gira o no. Tengo cosas mejores en las que fijar mi atención”.

 

Como el que no quiere la cosa y sin importarles a estas alturas lo que representa la mística o la magia de la formación original, optan por la misma solución que poco antes habían adoptado con Criss. Esta vez el tema es más sangrante, ya que la sustitución parece definitiva y el elegido es Tommy Thayer ex black and blue, colaborador oficial de la banda y director de videos como el mencionado Second coming, un buen guitarrista que de todas maneras no consigue ganarse la simpatía de los fans, primero por suplantar a quien suplanta y segundo y más importante por demostrar una comodidad absoluta en su nuevo rol. Los fans abogan por darle un nuevo maquillaje al recién llegado, como ya se hizo tiempo atrás cuando el inolvidable Eric Carr y Vinnie Vincent entraron en la banda. Aquello fue una buena idea, pero también es cierto que cuando en el 95 Ace y Peter firmaron su retorno al grupo también cedieron a los dos jefes los derechos de su maquillaje. La pregunta que queda en el aire es: ¿de haber tenido Simmons y Stanley esos derechos hace 25 años hubieran sido Eric Carr y Vinnie Vincent respectivamente The Fox y The Wizzard o simplemente habrían adoptado la imagen de Criss y Ace?

 

Con la nueva formación la banda afronta el 2003 con bastante desparpajo, y logran nuevos éxitos que añadir a su historial. En el mes de febrero se dirigen a Australia para registrar lo que será su nueva entrega en directo, pero esta vez preparan algo diferente y se prestan para interpretar sus hits junto a la orquesta sinfónica de Melbourne. El resultado es espectacular sus himnos con violines, arpas y demás instrumentos clásicos (de paso dejan como un chiste malo el atroz “S&M” que Metallica habían publicado pocos años antes). Para la segunda mitad del año ofrecen una de las giras más espectaculares de la temporada que , de haberse realizado 25 años antes, hubiera sido uno de los mejores tours de la historia. Me refiero a la gira junto a Aerosmith. En opinión de quienes la presenciaron, los de New York rockearon más duro que los creadores de Rocks. Uno de los momentos cumbre del tour se produjo cuando Steve Perry subió al escenario con Kiss para tocar juntos una versión de Strutter. La gira fue una de las más exitosas del año en USA.

 

De todas maneras aún nos tenían reservado un último disgusto, y a principios del 2004 se anuncia que Eric Singer vuelve a la banda para sustituir, esta vez definitivamente a Peter Criss. La verdad es que se veía venir, ya durante la gira con Aerosmith se rumoreaba que al gato le finalizaba contrato y que no había voluntad de renovarle y así fue.

 

Ya habíamos comentado anteriormente que Peter Criss no estaba en plena forma y que los años de desfase le estaban pasando factura, es más, creo honestamente que necesitaban a otro batería para renovar su repertorio – temas como Unholy o I love it loud requieren de un batería  más contundente y enérgico- aunque no estuvo bien la manera en que lo hicieron. Por mucho ego que Peter hubiera tenido en el pasado y aunque sus salidas de tono hubieran sacado de sus casillas a los dos lideres, el hombre que inmortalizó Beth y Hard Luck Woman y que dio lo mejor de si mismo e obras tan imprescindibles como Alive, no se merecía salir de esta manera de la banda de su vida, ¡enterándose por un miserable fax de que ya no se requerían sus servicios¡, además el hoy en día prepotente Gene Simmons echó más cizaña al asunto con las siguientes palabaras: “Ace  Frehley y Peter Criss ya no son miembros de Kiss porque son unos drogadictos”. Duras acusaciones que hoy en día no tienen ningún sentido en el caso del gato. Space Ace demostró en encuentros con fans que las promesas hechas durante el Alive worldwide tour sobre su nueva sobriedad eran palabras vacías, pero el caso del gato era muy diferente, y los viejos vicios ya hacía tiempo que habían quedado atrás. Por eso las palabras de Mr. Simmons no le sentaron especialmente bien, y el ex batería no tardó en contraatacar: “Las palabras no hacen ricas a las personas Mr. Simmons. La riqueza se cuenta por los amigos que uno tiene, y gracias a Dios estoy bien provisto de ellos. Hablar y decir mentiras no le van a hacer un hombre mejor. Sólo tengo que decir que hace años que he dejado todos los vicios, y en la gira con Aerosmith he dado lo mejor de mí mismo. Me siento mejor que nunca y tengo que decir que en esa gira eché mucho de menos a Ace Frehley”. Posteriormente Simmons reconoció que se le había ido la mano con sus declaraciones, pero el daño ya estaba hecho.

 

A partir de ahí ya entramos en el presente de la banda que consiste en giras, giras y más giras, con los dos impostores que gracias a esos atuendos que no les corresponden siguen confundiendo al público rockero medio americano, que se guía por un nombre y unos maquillajes, y realmente no tienen claro quién está o no en la banda. “Rock The Natio” y “World Domination Tour” son los nombres de algunas de estas giras que Stanley y Simmons han hecho en los últimos tiempos para mantener la maquinaria en funcionamiento. Sin olvidar su último invento, los bochornosos pases de platino que valen 1.000$ y que dan la posibilidad a los fans con más poder económico de conocer a sus ídolos.

 

Olvidémonos de discos de estudio, ya que los dos líderes no ven hoy en día la producción discográfica como algo rentable.

 

Sólo nos queda esperar a que alguna de sus interminables giras pase cerca de estas tierras, porque quien tuvo retuvo y un show de la banda más caliente del mundo sigue siendo un espectáculo a tener en cuenta. También promete mucho el nuevo disco que Paul Stanley ha grabado en solitario. A juzgar por comentarios de gente cercana al artista, parece que vamos a tener una digna continuación de la joya que publicó Starchild en 1978.

 

Poco más se puede añadir a una trayectoria que, si bien últimamente ha sido un poco confusa, no ha empañado 25 años de fiesta y rock and roll. Volvamos a pinchar los dos primeros ALIVE y recuperemos no sólo el espíritu del 76, sino también del 96, una época en la que Kiss todavía podían proclamar con orgullo aquello de “You Wanted the Best You Got The Best”.